Bitácora #13

 

Estamos en el punto más neurálgico de la situación. Ya van 2 semanas y el país sigue en llamas, y la cosa parece no aflojar. Las directrices flojas de un gobierno que no tiene una postura clara, y la actitud “popular” que creen que al bloquear las carreteras o destruir CAI están haciendo sentir “el clamor de la gente”. Esta semana me pusieron un trabajo interesante en Producción de Documentales Radiofónicos: relate lo que ha pasado en el paro solo con sonidos, y voces que ayuden a construir una narración. En radio a eso le llamamos un sketch sonoro y tiene como finalidad principal ambientar en un escenario al oyente a partir de la sobreposición de sonidos para generar una sensación particular. El punto interesante es que mi tema en específico es ¿cómo se ve el paro desde la prensa y medios internacionales? La respuesta es clara: por fin hay un abordaje crítico en cuanto a los abusos de autoridad, y la violencia generalizada. Colombia por primera vez se ha convertido en una ventana al mundo que muestra lo que realmente pasa. Es una situación que se ha extendido al nivel de control humanitario a donde han acudido entidades como la ONU.

Y bueno, el gobierno ha estado intentando mostrar que al interior no pasa nada. Que las marchas son una construcción mental y el paro es surrealista. Se evidencia claramente con los partidos de Copa Libertadores que se han jugado esta semana en Barranquilla. Particularmente en el Junior vs River se logró ver que tan crítico está la situación nacional. Un partido que tuvo que pararse al menos 10 veces por los gases lacrimógenos de la fuerza policial hacia los manifestantes. El fútbol nuevamente se está convirtiendo en una cortina de humo ante la televisión internacional para demostrar que acá no pasa nada.

A casi 1 mes de la copa América, está la ansiedad por parte del ministerio del deporte y entidades gubernamentales por la realización del evento internacional, y claro quisieron mostrar con los partidos de Libertadores que aquí no ha pasado nada. Y bueno, ahí sí les salió el tiro por la culata. Diego Latorre comentarista de ESPN aclaró en plena transmisión lo repudiable de usar al deporte como instrumento de distracción. Y no solo ha pasado acá: el primer caso fueron los Olímpicos de Berlín en el 36, que taparon toda la situación antisemita y de conflicto militar que se vivía en la Alemania Nazi. Si quiere pensar en algo más contemporáneo vaya a Argentina; año 1978. Mientras que Kempes, Pasarella y compañía se alzaban con el primer mundial de su historia, el gobierno de Videla estaba desapareciendo gente a dos cuadras del Estadio Monumental.

¿Por qué me extendí media bitácora hablando de la situación nacional y el deporte “rey”? La clase de esta semana se centró en la disonancia cognitiva. El país vive una situación de disonancia cognitiva. Es cuando se presenta un choque interno entre nuestras creencias con los de un grupo social. Lo enfocaré de dos maneras: en el ámbito organizacional se habla de disonancia cognitiva cuando las creencias o valores del empleado van alineados a la mentalidad de la empresa. Que no van acordes con la línea de pensamiento organizacional. Ahora bien vamos a enfocarlo a lo visto en clase.

En Hannah Arendt y la banalidad del mal (documental completo) (2013), material audiovisual publicado en YouTube, su autor Hasclepio analiza los juicios de Adolf Eichmann en Jerusalén, y su acusación por los crímenes cometidos por uno de los jefes nazis en el desarrollo del holocausto. Los eventos trascendieron a la realización de un profundo análisis filosófico de Hannah Arendt sobre el comportamiento del acusado, y las razones de su proceder. “La historia nos proporciona diferentes encarnaciones del mal con una pléyade de motivos humanos. El agente del mal se suele mover por orgullo, envidia, odio o resentimiento” (2013, 1m, 43s). En otras palabras, dentro de cada sujeto siempre está existente está encarnación que más allá de realizar acciones bienes o malas, nos hacen actuar de una forma específica. Vamos a resumirlo así: Eichmann no era un tipo “malo” desde la parte psicológica por así decirlo. Era un sujeto estable con una familia, sin antecedentes criminales y un perfil que socialmente se definiría “estable”. La cuestión es porqué llegó a dirigir el genocidio más grande en la historia de la humanidad.

Cuando el ser humano está acatando ordenes tiene a cumplirlas según el refuerzo que recibe por alguna autoridad superior. Pasar por este conflicto interno y pensamientos contradictorios es un fenómeno psicológico que nos lleva a acatar ordenes de manera instrumental para no salirnos de los esquemas socialmente bien vistos. Por eso Eichmann continuó con el asesinato masivo. Es una forma de instrumentalización de la razón a la que se llega por el conflicto de nuestras creencias.

Ram Talks argumenta este fenómeno a partir de la postura de conformismo que tomamos cuando creemos que algo está bien hecho porque así lo pensamos. Nos convencemos más fácilmente si nuestras decisiones van acorde a lo que pensamos (Ram Talks, 2020, 2m, 18s)

Figura 1:



Nota: Representación de la disonancia cognitiva interna. Fuente: https://lamenteesmaravillosa.com/conoces-la-disonancia-cognitiva/

Talks a lo largo del documental ejemplifica con 3 paradigmas. Explicaré brevemente el que me pareció más importante, el paradigma de la sumisión inducida. Es el mismo con el que se comportan los empleados en las empresas; a partir de recompensa externa. Según sea el beneficio externo me comportaré de X o Y manera y según el nivel de satisfacción que el refuerzo extrínseco tenga en mí. Vamos a traerlo entonces al panorama nacional y el como se comporta un policía o uniformado en una manifestación.

Él no va a disparar contra un manifestante por sus convicciones, sino porque está recibiendo una orden superior, y va a recibir un beneficio extrínseco. La recompensa de no perder su trabajo dentro de la institución. Más allá de juzgar el comportamiento humano de forma tan simple, debemos preguntarnos por el trasfondo muchas veces y las grandes implicaciones que conlleva para con uno.

Estamos atravesando una disonancia cognitiva nacional que choca con los intereses de quedar bien internacionalmente con la copa América, y la profunda crisis interna que vivimos. No a la copa América en Colombia. Por fin es hora de enfocarse en lo importante, que es el bienestar de un pueblo que se encuentra dividido.

Comentarios