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  Bitácora 4 Sepa usted que no todo el contenido proveniente de este teclado debe ser prosa y poesía al compás de lo que pasa en clase. No sé porque, pero la semana pasada anduve en un porcentaje 50% en clase, y el otro 50 pensando en cualquier cosa diferente. Bendita virtualidad, esperando que volvamos rápido al campus. Por cierto, aunque no le interese le contaré una anécdota breve: el viernes pasado debía ir por primera vez a una clase presencial (finanzas básicas) y fíjese usted como son las cosas que el profesor 3 horas antes de empezar la sesión, manda un correo diciendo: “jóvenes, la semana pasada tuve una faringoamigdalitis y hoy que llené la encuesta epidemiológica, me salió que no soy apto para ir al salón. Por tal motivo, realizaremos la sesión de manera asincrónica”. Además, el docente adjuntó un pantallazo del resultado negativo que le arrojó la encuesta. Bueno, ya relatada una mini crónica de una sorpresa nada deseada, entremos en materia. El lunes anterior comenzamos

  Antes de empezar con la crónica de una semana 3 muy particular, voy a relatarles una crónica de una muerte anunciada. Estaba yo hace 8 días, si usted lo lee bien el lunes de la semana pasada y todo iba de maravilla. Por más que tuve clase de 7 y ahí de corrido hasta las 4 era un buen día dentro de todo. Pero la dialéctica del día a día nos depara sorpresas. Iban 15 minutos de la clase del profesor Cobos cuando el televisor al lado se apaga, y me quedo sin internet en mi equipo. Carajo, ¿ahora qué? Llamar al citófono a ver cuando vuelve la luz. Claro bestia, como va a servir el citófono sino hay electricidad. Esperando que el problema se iba a solucionar rápido me quedé viendo la pantalla por 10 minutos y nada. Siendo las 4 y media decidí cerrar el computador, y echarme en mi cama a la espera de poder conectarme otra vez. La luz regresó a las 7 de la noche. ¿El por qué cuento un epílogo de novela griega en un recuento de clase? Porque me perdí toda la clase del lunes por las falla

  Bitácora 2 La clase del lunes arrancó con la lectura de bitácoras de Alejandro, Manuela y Sara. Pasó algo muy particular, y cada una de ellas estaba redactada de formas diferentes. La de Manuela particularmente me enganchó por la cercanía con la que habló de sus vivencias personales, y no literalmente como una planilla de lo ocurrido en clase. A esto dio paso la primera lección de la clase: cultura del registro. Sino hay cultura del registro no hay gestión de información, por ende, no se aprende y los proyectos tanto a nivel organizacional como personal se estancan. Así como comunicadores de debe promover este tipo de actividad. La segunda lección consiste en la realización de relatorías permite adquirir mayor precisión y pensamiento concreto para sintetizar, observar y ser descriptivo en los eventos del día a día. El segundo punto expuesto es la conversación nos hace ágiles. El tercero es la lectura nos hace completos. Este último se relaciona con el intercambio de ideas las cuale

 Bitácora 1 El lunes 25 de enero el profesor Cobos presentó la clase con su respectivo programa para el semestre. Cada uno se presentó dando cuenta de los gustos, aptitudes, y conocimiento previo  se tuviera de la materia. Hubo un punto muy interesante, y  la mayoría de los estudiantes que están viendo la asignatura son de primer semestre dado el cambio en la malla curricular por parte de la dirección académica. Diversas personalidades y de varias ciudades del país (incluso de Ecuador) conforman a los alumnos cursando la asignatura. De los estudiantes de los cuales más me llamó la atención por la compatibilidad en gustos fue Juan Felipe Lozano,  expuso su gusto hacia el el periodismo deportivo. Al igual, él realiza doble énfasis con periodismo y radio, por lo cual creo va a ser una persona con la cual me voy a llevar bastante bien a la hora de trabajar en grupo, en cuanto al tema de afinidad se refiere. Cuando me llegó el turno de presentarme, comenté que me gusta montar bicicleta, j