Bitácora #10

 



Siéntese bien. Sí, acomódese en la silla que las siguientes 994 palabras que lea a continuación lo van a hacer bostezar. Este capítulo es llamado El triste monologo de las bitácoras de la clase de Info y Doc. Bueno ya, dejemos a un lado el drama y entremos en materia. Pero antes de empezar con la prosa, quiero disculparme con usted señor lector: aún sigo en semana santa a pesar que la rutina universitaria, y mi agenda me dicen que la dé toda en las últimas 5 semanas del semestre.

10 uno de mis números favoritos: recuerde a lo largo del texto, el verso “la pelota siempre al 10”. Seguro si usted tiene la mínima idea de como se hace un gol, o bien sigue a la selección Colombia cuando juega, los narradores del drama salen con este apunte.  ¿Qué significa realmente? El 10 es magia y arte. Es el jugador que organiza al equipo. Que tiene visión en los ojos y los botines. Es el hombre diferente que no juega, sino que pone a jugar. Maradona, Messi, Pelé, y bueno, me quedo corto en tantos artistas que portaron este símbolo. Claridad, se me quedó por fuera dentro de las cualidades de los “10”. La misma claridad es indispensable en la exposición que se presentó acerca de las normas APA.

El autor debe ser el 10 a la hora de presentar los aspectos fundamentales de su trabajo. Debe guiar al balón entre rivales, para dejar habilitado al goleador y definir ante el arquero. Bueno no, ya me estoy pasando al plano deportivo, pero usted sé que me está siguiendo el hilo.

Tenga mucho cuidado en la forma que dice las cosas, el cómo las escribe, y ponga especial atención en escribirle a alguien más; no a usted mismo. Cobos lo ejemplificó en varias ocasiones mostrando casi como un síndrome tan humano de escribir como hablamos. Créame se lo digo por experiencia propia. En el ámbito periodístico es muy normal que si su lector no entiende lo que dice en las primeras 3 líneas se va de su sitio web. Eso implica menos visualizaciones a su periódico. Eso implica menos ingresos y por ende el medio tendrá que recortar personal y usted querido periodista que no sabe escribir, será el primer afectado.

Bueno no, nuevamente me excedí. Pero así funciona la escritura en lo digital: ser claro, coherente, conciso y concreto. Voy a usar un ejemplo con usted que siempre me decían de niño: no es lo mismo decir “señor muerto, esta tarde llegamos” que “señor, muerto está. Tarde llegamos.” Vea como los signos de puntuación y una tilde le cambian completamente el sentido a una oración que comenzó siendo jocosa y divertida, para terminar en la seriedad y solemnidad de una situación. Tenga mucho cuidado en la forma que lo dice, que muchas veces por omitir las normas gramaticales termina cometiendo horrores lingüísticos que solo lo dejarán mal parado.

Claramente Cobos nos expuso una “biblia” de ejemplos sobre estudiantes que en sus trabajos implementaron, y fueron evaluadas y retroalimentadas por el docente. Vea este otro caso por ejemplo: no es lo mismo decir “una pelota negra” que “una negra empelota”. Podrá estar privándose de la risa con los ejemplos tan absurdos que traigo a colación, pero sí: estas cosas pasan y más cuando entramos al mundo de la escritura académica.

Para ser algo más realista vea el ejemplo que Cobos nos proyectó en clase: “alisto mis cosas para estudiar en la maleta”. Lea bien. Repita esa frase. ¿Notó algo raro? Pues claro que sí. Usted no va a estudiar dentro de la maleta. Más bien use “alisto mis cosas para ir a estudiar”. Revise dos veces lo que escribe antes de mandar cualquier trabajo. Será el consejo más trillado que haya escuchado desde siempre, pero lea en voz alta todo lo que escribe. Nuevamente le voy a enfatizar: no está escribiendo para usted. Está escribiendo para un lector que probablemente no tenga la menor idea de lo que está hablando. Déselo digerible; “papitas” como se dice coloquialmente.

Para eso, estuvo la exposición de nuestras compañeras de clase: algo así como “tips para saber escribir y no morir en el intento”. En primer lugar, se debe evitar la ambigüedad a través de la presentación de ideas. Para ello es indispensable que los párrafos tengan una conexión a través de la coherencia que se logra mediante los conectores. Algo así como el volante creativo de un equipo que conecta las líneas defensiva y ofensiva, es a lo que debemos aspirar. Debemos generar nuestro propio equipo con una idea de juego clara y que refleje la mentalidad del director técnico (sino me sigue, es usted el DT). Una vez consolidamos nuestra idea de juego, debemos entrenarla con equipos de nuestra misma división. Los textos académicos comúnmente pasan por algo denominado “lectura de pares”, proceso en el cual otros autores anónimos revisan nuestros textos. Traigámoslo a la realidad; a falta de intelectuales mostrémosle lo que hacemos a nuestros compañeros de clase y vamos tanteando terreno del nivel en el que estamos.

Para terminar con el manual del número 10, debemos tener en cuenta los factores técnicos y de estilo que, aunque no pesen en cuanto al contenido, si usted no sigue las delimitaciones, no se acopla al modelo APA. Así como usted debe contar con guayos para entrar a una cancha, los textos deben tener el título centrado en negrilla, así como el subtítulo también en negrilla pero justificado a la izquierda. De igual manera y lo que me pareció más útil de la clase fueron las guías para aprender a citar. En estas 50 palabras se lo resumiré lo mejor posible:

-          Cita de más de 40 palabras va en párrafo aparte sin comillas

-          Se recomienda usar la sangría francesa

-          Cita de un texto sin fecha se pone (N.D) en inglés

-          Las citas nunca van en cursiva

-          Citas sin autor solo se les omite el nombre. De resto, la estructura es igual

Hasta acá va la guía del 10 y el manual para aprender APA desde la táctica. Nos veremos con más contenido la próxima semana. Recuerde; la pelota siempre al 10.

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